El Sector sanitario y asistencial como parte del I Plan español de Desarrollo Económico

Published date01 June 1963
AuthorAntonio Lazaro
Date01 June 1963
DOI10.1177/002085236302900206
Subject MatterArticles
El
Sector
sanitario
y
asistencial
como
parte
del
I
Plan
español
de
Desarrollo
Económico
por
Antonio
LAZARO.
CDU
351.848.4
(46)
Al
enfrentarse
con
la
problemitica
del
desa-
rrollo,
los
tratadistas
de
la
ciencia
econ6mica,
poniendo
mis
o
menos
el
acento
sobre
el
aspecto
sanitario
y
asistencial,
vienen
a
re-
conocer
uninimemente
la
estrecha
relac16n
que
existe
siempre
entre
el
grado
de
desa-
rrol~lo
de
un
pais
y
la
presencia
de
una
pobla-
ci6n
sana
y
bien
asistida.
Es
evidente
que
el
clima
o
la
situacion
geogrifica
son
factores
que,
en
gran
medida,
condicionan
el
estado
sanitario
de
los
paises;
sin
embargo,
no
es
menos
cierto
que
el
saneamiento
del
medio
ambiente
en
que
vive
el
hombre
(vivienda,
abastecimiento
de
agua,
red
de
alcantaril.lado,
etc.),
la
calidad
de
la
dieta
alimenticia
y
la
utilizaci6n
de
los
modernos
medios
que
ofrece
la
medicina
preventiva,
contrarrestan
de
modo
considerable
la
influencia
determi-
nista
del
medio
ambiente
hasta
llegar
casi
a
su
total
anulacion
(1).
El
concepto
moderno
de
asistencia
social
estatal
es
consecuencia
directa
del
ensancha-
miento
de
la
esfera
de
actuac16n
del
Estado.
Es
decir,
tiene
su
origen
en
el
transito
que
se
experimenta
a
partir
del
abstencionismo
del
Estado
liberal
defensor
exacerbado
del
principio
del
laiss~z
faire
que
deja
paso
a
un
intervencionismo
estatal
cada
vez
mis
amplio,
ante
las
demandas
constantes
de
pro-
tecci6n
por
parte
de
los
ciudadanos
que
exigen
una
situac16n
de
seguridad
social
ante
la
inc6gnita
de
los
avatares
del
destino
( acci-
dentes
de
trabajo,
enfermedad,
paro
forzoso,
etc.)(2).
El
concepto
tradicional
de
socorro
caritativo
a
los
indigentes
puesto
en
prictica
por
entidades
privadas
y
fundamentalmente
de
caricter
religioso
se
va
sustituyendo
pau-
latinamente
por
la
noc16n
moderna
de
protec-
el6n
social.
En
la
actualidad,
la
asistencia
social
trata
de
prevenir
la
salud
de
los
ciuda-
danos
.y
de
readaptar
a
los
socialmente
ina-
daptados
(reeducac16n
y
formaci6n
de
ninos
desasistidos,
de
adultos
invilidos
o
social-
mente
inadaptados).
Un
paso
mis
y
nos
encontramos
con
el
Estado
planificador
de
nuestros
dias
que
hace
su
apariel6n
firmemente
apoyado
en
la
idea
de
dirigismo
econo’mico
(3).
Este
dirigismo
estatal
en
el
imbito
econ6mico,
ha
alcanzado
tales
dimensiones
que
hoy
ya
no
es
posible
concebir
aisladamente
los
terminos
planifica-
cl6n
y
desarrollo
econ6mico.
Todo
plan
de
desarrollo
ha
de
tener,
como
condici6n
previa,
una
dimension
politica
y
social
que
haga
ver
al
pueblo
que,
mediante
su
puesta
en
prictica
se
le
abrlrin
nuevas
perspectivas
para
el
inmediato
futuro :
mayor
expectativa
de
vida
para
los
miembros
que
componen
la
sociedad
en
cuestion
y
para
sus
hijos;
mis
capacidad
de
consu~mo;
mayor
grado
de
productividad
y,
en
definitiva,
nive-
les
mis
altos
de
seguridad
social
(4).
De
otro
lado,
hay
que
tener
en
cuenta
que
un
desarrollo
planificado
no
basta
con
que
se
lleven
a
cabo
inversiones
estrictamente
econ6micas.
Es
decir,
la
inversi6n
capita~lista
normal
que
busca
obtener
rendimientos
a
corto
plazo
no
es
suficiente,
sino
que
es
pre-
(1)
El
profesor
Higgins
se
refiere
al
hecho
de
que
la
insalubridad
de
las
zonas
tropicales
cs
algo
que
se
puede
superar
mediante
el
incremento
del
nivel
de
vida.
Buena
prueba
de
ello,
es
que
la
población
europea
que
habita
en
el
Canal
de
Panamá
goza
de
una
salud
excelente,
hasta
el
punto
de
que
su
tasa
anual
de
morlalidad
es
solamente
de
un
6,36
por
1.000.
Algo
semejante
podría
decirse
del
contingente
europeo
que
habita
en
Australia.
Ver
Higgins,
B.,
Economic
Development :
Principles,
Problems
and
Policies.
New
York,
W.W.
Norton,
1959,
pág.
265
y
ss.
(2)
Gardiner.
R.K.
y
Judd,
H.O.,
The
Development
of
Social
Administration
(second
edition).
Loudon,
Oxford
University
Press,
1959,
capitulos
7,
15,
16.
(3)
Carro
Martinez,
A.,
Derecho
Polîtico
(2a
ed.).
Madrid.
1962,
pág.
260.
(4)
Además,
de
csta
forma,
se
eliminan
los
perniciosos
resultados
que
puede
provocar
el
efecto
de
mostración
con
relación
a
paises
de
mayor
grado
de
industrialilación
y
utros
efectos
negativos.
Ver
Rostow,
W.W.,
The
Process
of
Economic
Growth
(second
edition).
London,
Oxford
Uni-
versity
Press,
1960.
pág.
314.

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